Creo que ya he encontrado la manera de tenerte siempre conmigo: he decidido que vivas en tu pronombre.
Pedro salinas decía que el amor era la plenitud de la vida. Si lo sabía, supongo que hubo de estar enamorado. Supongo que cualquiera se ve superado por la magnitud de ese sentimiento y es irremediable compartirlo. Hizo partícipe de ello al mundo entero y no tuvo que gritarlo, sino dejar su silencio plasmado en el papel. Dibujó su experiencia encerrada en los pronombres para enseñar que el amor era la forma de decir que sí a la vida. Su ella era la ella de todo hombre enamorado, su él era todo él con quién soñaba una mujer, su tú éramos todos sintiéndonos queridos, su yo éramos todos amadores del amante querido.
Así que perdóname si te encierro en un pronombre, pero es que quiero guardarte para siempre conmigo sin privar al mundo de que pueda sonreír también contigo como yo lo hago. Así, mientras yo sé que tú eres la razón de mi vida, los demás sabrán que existe una razón para vivir en cualquier él o ella de las suyas.
“Te quiero puro, libre,
Irreductible, tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y vuelvo ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
Yo te quiero, soy yo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario