martes, 4 de octubre de 2011

Nunca fue un "Adiós"...



Hace bastante tiempo que siento que mi vida ha descarrilado. Sí, he tenido varias veces esa sensación, pero esta vez, es distinto. Esta vez siento como fallo con todo, como derrapo sin frenos y cuesta abajo. Hasta el final del vacío. Sola. Sí, esa es justo la sensación que tengo ahora. Siento que no encajo en ningún sitio. No estoy a gusto en la facultad, ni en el piso, ni en la calle, ni en ningún sitio. No quiero hablar de nada, no quiero que me pregunten nada, no quiero salir, no quiero pasear, ni ir de fiesta, nada. Quiero sólo una persona que esté al lado, me dé un abrazo y me diga: Estoy contigo. Siento que no puedo seguir con mis estudios, que no voy a poder… pienso en el futuro de mi carrera y me veo sin hacer nada. Creo que no tengo carácter ni aptitudes suficientes. He perdido las ganas. Me he perdido a mí. Soy incapaz de sonreír como antes. Me siento fea, desarraigada, descuidada, insulsa. Me siento nada entre un todo. Y con ello, solo me encierro más. He perdido toda seguridad en mi misma, la poca que tenía. Había cogido valor, había empezado a pensar que podía comerme el mundo, había sentido el orgullo de poder con todo, de salirme siempre con la mía, de sentir que nadie podía ir por encima. Y de repente… me di cuenta de que esa no era yo. Yo no quiero comerme el mundo, no quiero ir por encima, no quiero salirme siempre con la mía, no quiero hablar como alguien frío y sin sentimientos, no quiero dar la impresión de saber más de lo que sé. No… solo quiero que el mundo sepa que estoy aquí, como otra persona más, formando parte de ese todo. Sí, eso es lo único que quiero, no quedarme al margen. He llegado a un punto de mi vida en el que no sé quien he sido durante todo este tiempo. He tomado tantas actitudes, he cambiado tantas veces de opinión… que no sé cuando he hablado yo o cuando me he dejado influir por todo lo demás. Siempre he intentado justificarme de todo lo que he hecho, siempre he pensado que en todo momento, actué bien. Sin embargo, ahora hecho la vista atrás y me doy cuenta de que he hecho mil cosas sin pensar en las consecuencias de esos actos. Que he sido caprichosa e inmadura. Y sobre todo, que a menudo me he empeñado en hacer las cosas mucho más difíciles de lo que eran. He apostado siempre por mi sinceridad, y creo que esta es una de las pocas cosas en las cuales sí, hecho la vista al pasado, y he sido sincera, siempre. Pero… ¿lo he sido conmigo misma, o solo con los demás? Creo que me toca ser sincera conmigo. Necesito alguien que me conozca de verdad, alguien que haya visto todas mis caras, alguien que pueda ser objetivo, alguien que no tenga miedo de decirme las cosas como son, alguien que pueda decirme “TE HAS EQUIVOCADO”, pero que sin embargo, no se vaya de mi lado y me ayude a rectificar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario