jueves, 5 de enero de 2012

Peliculas que ves al azar, y acaban marcando etapas de tu vida.

Hace tiempo vi una película increíble: 500 (días juntos).  Me sentí muy identificada con ella., con la protagonista. Me sentí identificada con lo que fui en su día. Pero conforme avanzaba la pelicula, comencé a sentirme como él, como alguien que siempre acaba perdiendo al apostar por quien no debía. Pero hace ya tiempo, que puedo cumplir perfectamente el perfil de la protagonista, de Summer.
Ella era muy independiente. Le angustiaba la idea de poder "depender" de alguien, o de sentir que ese alguien podía depender de ella. Poner "etiquetas" a las cosas "novio, pareja, relación". Todo eso solo creaba ataduras, la hacía pequeñita, y la incitaba a poder sufrir... o hacer daño a la otra persona. Sentía que todo eso, era algo que se le escapaba de las manos, algo que no era para ella. Sentía que el mundo vivía engañado a base de películas, historias de amor, cuentos de hadas y príncipes azules. El mundo entero habla de AMOR, cuando ella desconocía que alguien pudiera saber realmente de lo que hablaba.
Hubo un momento, en el que sintió que se había cerrado a todo. Que era incapaz de sentir. Se auto convenció de que esa era su manera de ser. Que ella necesitaba un espacio, un espacio impenetrable para todo aquel que no fuera ella. Hasta que un día, se despertó, y supo que si no había sabido hasta entonces lo que era enamorarse, no era porque no existiera, si no porque no había encontrado a la persona indicada que despertara en ella esa emoción, una que le diera el significado a esa palabra que tanto desconocía. Porque si hay una palabra que no pueda adquirir significado por sí sola, es esa. Una mañana se levantó y supo, que le había encontrado, que era él.
Esa es justo mi vida. Y él, eres tú. Te he encontrado. Lo sé.

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